La adipogénesis es un complejo sistema metabólico y hormonal: al convertir las células T precursoras (células progenitoras) en células productoras de endocrino e influir en el equilibrio de nitrógeno y carbohidratos en un organismo, el tejido adiposo, incluido el vientre, se convierte en un órgano permanente y funcional.
Allí, las células T migran al sitio de diferenciación de los adipocitos para establecer un tejido adiposo funcional.
“En el caso de la obesidad, cada vez se reconoce más que al menos el 50-70% de estas células no se han diferenciado a un gen codificador de proteínas, y esto significa que la señal no está llegando a una población que carece de un translocador inestable”, dice Rabia.
Por lo tanto, los ratones con resistencia a la leptina fueron alimentados con una dieta ultraprocesada ultraprocesada y alta en grasas durante casi dos semanas.